«Ser proderechos no obliga a nadie a llevar hiyab»

El colectivo feminista «Las Hijabeuses» en la marcha contra la violencia de género en París (19/11/2022). Imagen: Alliance Citoyenne

En Francia, la primera polémica sobre el hiyab surgió en 1989 con los “velos de Creil” cuando un colegio de Creil expulsó a tres alumnas. Ese caso dio pie a debates interminables en los medios de comunicación sobre el concepto de laicidad, la compatibilidad del islam con la República, la pertenencia religiosa y cultural, que desembocaron en unas medidas cada vez más intolerantes. Se pasó del “caso a caso” a la distinción entre “los signos discretos” y “los signos ostensibles”.

En 2003, la comisión Stasi, creada por Jacques Chirac, llevó a cabo un estudio en el que no tuvo en cuenta a las mujeres musulmanas. Los “especialistas” y políticos decidían sobre sus cuerpos sin ellas. Las instancias religiosas musulmanas (compuestas por hombres y creadas por la propia administración) apoyaron las medidas discriminatorias de la comisión, a cambio de mantener sus privilegios de interlocución.

Finalmente, en 2004 se aprobó la ley que prohibió “el uso de signos religiosos ostensibles en las escuelas, colegios e institutos públicos”. Además, al incluir en la ley el criterio de la intención de los alumnos, vemos claramente el riesgo de una extensión interminable de la lista de posibles signos de filiación religiosa, como pasa actualmente con las polémicas sobre el uso de faldas o vestidos anchos.

Las instancias religiosas musulmanas (compuestas por hombres y creadas por la propia administración) apoyaron las medidas discriminatorias de la comisión, a cambio de mantener sus privilegios de interlocución.

En 2011, se aprobó la ley contra el “velo integral” que provocó otra oleada de debates sobre una cuestión residual en Francia, que ya contaba con un marco legal para los casos puntuales de identificación en los espacios públicos sin necesidad de aprobar una ley que estigmatizara a los musulmanes.  

Estas leyes prohibicionistas han tenido un impacto muy negativo para las mujeres musulmanas (no solo las alumnas) y, por extensión, para todo el colectivo musulmán: islamofobia en el ámbito laboral, rechazo de que las madres acompañen al alumnado en las actividades escolares, prohibición de que las mujeres se bañen con trajes de neopreno en las piscinas municipales, expulsión y acoso en las universidades, presión para retirar el hiyab en los ayuntamientos, etc. La administración hace la vista gorda sobre los abusos, lo que provoca que se acaben normalizando. La situación ha ido empeorando hasta la culminación de la ley más islamófoba de Europa, la ley contra “el separatismo religioso”, en la que la relación causa-efecto aparece invertida. Los musulmanes están “separados” porque se los discrimina institucionalmente y esta ley refuerza la separación.

¿Qué dijeron sobre todo esto las feministas? El feminismo iustrado, universalista apoyó la ley y adoptó una lectura esencialista del hiyab: “en toda circunstancia, en todo lugar y todo momento, el hiyab oprime porque es un símbolo del patriarcado”. El feminismo inclusivo guardó un silencio incómodo, en general, menos la histórica Christine Delphy, feminista atea y materialista. Su peso como referente histórico (fue cofundadora de la revista “Nouvelles Questions Féministes” junto a Simone de Beauvoir) no fue suficiente. El apoyo a la ley por parte del feminismo prohibicionista tuvo que ver, por una parte, con su propio vacío programático, que suplió con las polémicas del hiyab como excusa para renovar una lucha trasnochada y para seguir manteniendo el monopolio discursivo; y, por otro, con su mirada paternalista-racista de las mujeres musulmanas. Todo ello, lejos de mejorar las condiciones de vida de las mujeres musulmanas, las ha empeorado. Lo que no pueden aceptar las prohibicionistas es que aún teniendo todo el aparato legislativo de su parte, las instituciones, la financiación, la enseñanza, los medios de comunicación, no consiguen doblegar la voluntad de las mujeres musulmanas de seguir llevando hiyab como acto de resistencia.  

Los musulmanes están “separados” porque se los discrimina institucionalmente y esta ley refuerza la separación.

Lo que está pasando actualmente en el Estado español, en torno al debate sobre el hiyab, tiene un aire de familia precomisión Stasi. Debemos tener en cuenta todas las cuestiones anteriores, no hacer lecturas esencialistas ni comprar los discursos neoliberales de “me lo pongo y me lo quito porque lo decido yo” y estar alerta sobre los peligros del femonacionalismo. En un contexto de discriminación y criminalización, la resistencia contra las leyes racistas es un deber. No hay libertad sin justicia.

En un contexto de discriminación y criminalización, la resistencia contra las leyes racistas es un deber.

Debemos huir de los debates teológicos y moralizantes y centrarnos en la exigencia de derechos. El hecho de defenderlos no significa que se obligue a nadie a llevar hiyab, sino que se trata de tener el control sobre nuestros cuerpos, en un entorno institucional y socialmente hostil. Y eso lo sabe (o debería saberlo) el feminismo inclusivo.  

“En Europa la presión social y legal se ejerce para que las musulmanas se quiten el hiyab”

La belleza está en la diversidad. Campaña del Consejo de Europa.

La reciente campaña del Consejo de Europa respecto al uso del hiyab plantea una serie de errores no solo estratégicos sino de fondo, ya que pone el foco en la libertad individual de las mujeres para llevarlo. Las reacciones no se han hecho esperar. Quienes presentan el “desvelamiento” como un símbolo de la libertad de las mujeres musulmanas se apropian del concepto de libertad y lo manipulan al no tener en cuenta el contexto concreto en el que se produce: en Europa y hacia un colectivo oprimido. La presión social y legal se ejerce para que las musulmanas se quiten el hiyab: para encontrar o mantener un trabajo, para evitar la estigmatización y la violencia, para poder estudiar en un centro público.

La campaña plantea, además, un error de fondo porque reduce el uso del hiyab a una cuestión de libertades individuales. De esta manera, oculta que los discursos de odio se amparan en un racismo estructural e invisibiliza los mecanismos de opresión y de discriminación contra las mujeres musulmanas. Si el Consejo de Europa quiere denunciar los discursos de odio, debería ir a la raíz del problema. Esos discursos se alimentan y encuentran un marco legal que los legitima mediante leyes que discriminan a las personas musulmanas, mediante los discursos racistas de los partidos políticos con fines electoralistas, y las políticas securitarias y de control de los Estados europeos. Dicho esto, es ingenuo creer que el Consejo de Europa estaría dispuesto a tirarles de las orejas a los Estados miembro con campañas en las que se visibilizaran las violencias que se ejercen contra las mujeres musulmanas, las estructuras que producen esas violencias y las resistencias contra esas mismas violencias.

Por otra parte, debemos preguntarnos por qué Francia ha exigido que se retire esta campaña y cuál es el contexto en el que lo hace. Francia está en plena campaña electoral, en un contexto europeo de derechización de todo el espectro político y en el que un posible candidato de extrema derecha, Eric Zemmour, está siendo impulsado (de manera directa o indirecta) por la mayoría de los medios de comunicación y cuya ascensión también puede beneficiar a Emmanuel Macron (como ya pasara en la segunda vuelta de las elecciones presidenciales de 2002 entre Jacques Chirac, que obtuvo el 82% de los votos y Jean-Marie Lepen, el 18%). Francia es el Estado que ha abanderado la lucha contra el hiyab, en nombre de “la libertad de las mujeres” y ha aprobado una serie de leyes “contra el separatismo” que discriminan a los musulmanes, cuyo objetivo no es otro que mantener el control sobre las personas musulmanas mediante el cierre de mezquitas, la prohibición del uso del hiyab en diferentes contextos, el cierre de asociaciones, la difamación contra líderes religiosos, de activistas musulmanes. En nombre de la libertad, legisla sobre los cuerpos de las mujeres musulmanas. ¿Cuál es la posición que han adoptado los diferentes feminismos ante esta evidente contradicción? La mayoría han apoyado estas leyes discriminatorias. Según Stella Magliani-Belkacem, la aprobación de la ley de 2004, que prohíbe el uso del hiyab en los centros públicos de enseñanza, fue posible debido a un vacío programático del feminismo.

Otro factor que explica la aprobación de leyes racistas es la instrumentalización del feminismo, llevada a cabo principalmente por los partidos políticos, cuyo objetivo es apoyar las guerras de los neoconservadores en nombre de “la liberación” de las mujeres musulmanas, endurecer el derecho de asilo y la ley de Extranjería y fomentar la inmigración femenina, para que se ocupe de los cuidados y de los campos, pero sin sus prácticas y sus valores. Saba Mahmood y Charles Hirschkind denunciaron el doble rasero de las feministas norteamericanas hegemónicas, que alzaron la voz contra los talibanes y aplaudieron la guerra contra “el terror” llevada a cabo por el gobierno de EEUU en Afganistán pero que callaron sobre el embargo norteamericano y las consecuencias de la guerra, que provocaron más muertes de niños y mujeres que en toda la era talibán.

Volviendo al contexto actual en Francia, Eric Zemmour el candidato/polemista (todavía no oficial) de extrema derecha ha afirmado recientemente, entre otras cosas, que no será el presidente de mujeres con hiyab, esto es, que promoverá leyes para prohibirlo, y ha aparecido en CNews (un medio de comunicación de extrema derecha) conminando a una mujer con hiyab a que se lo quitara “en nombre de la libertad”. Eric Zemmour ha sido condenado en varias ocasiones por sus discursos de odio, defiende posturas misóginas y, en cambio, se presenta en la campaña electoral como el defensor de las mujeres, y exige que las musulmanas se desvelen en nombre de la libertad.

Algo similar ocurre con la extrema derecha en España, que emula estos discursos y estrategias, pero también con algunos sectores de la izquierda y de cierto feminismo, cuyos intereses coinciden con el poder racial. Es importante no perder de vista que el femonacionalismo es un instrumento al servicio del control y de la represión de las personas musulmanas. Por lo tanto, obligar a que se desvelen no puede ser entendido como un símbolo de libertad. Al contrario, se trata de que las musulmanas pasen a estar tuteladas por el Estado, con todo lo que ello implica.

La gestión de la diversidad cultural y religiosa. Claves de cara al futuro

ikuspegiResumen de la ponencia presentada el 18 de noviembre de 2016 en las Jornadas  sobre inmigración en el El País Vasco, organizadas por Ikuspegi, Observatorio Vasco de Inmigración

La diversidad cultural y religiosa es una cuestión poliédrica que no puede ser abordada únicamente desde el punto de vista de la inmigración y los flujos, más o menos constantes, que ha habido a lo largo de la historia reciente del Estado español. En general, hemos identificado  los retos que nos plantea la acogida de nuevos ciudadanos, desde un punto de vista simplista y casi exclusivamente desde la preocupación por la seguridad ciudadana, obviando que estos nuevos (o no tan nuevos) ciudadanos deben sentirse seguros para formar parte de la sociedad, no solo desde un punto de vista económico, sino en un sentido amplio, mediante el respeto de la dignidad humana.

Los trillados debates en torno al relativismo cultural versus multiculturalismo, las identidades fijas versus identidades múltiples, o el falso dilema entre la lucha antisexista y la lucha antirracista, cada vez son más enconados y no resuelven las cuestiones de fondo: la imposición de unas políticas migratorias que atentan contra los derechos humanos, el hecho de que las personas inmigrantes no pueden votar pero tienen que pagar los impuestos, el prejuicio que identifica sistemáticamente a alguien que no profesa la religión católica con una persona inmigrante, etc.

Los distintos informes tanto a nivel europeo como nacional, indican que hay una crisis de valores en Europa cuya principal consecuencia es el aumento de los delitos de odio. En 2015, el primer delito de odio en el Estado español fue la islamofobia, que registraba el 40% de los casos. La Plataforma Ciudadana contra la Islamofobia recogió 278 casos de islamofobia, distribuidos en los porcentajes siguientes: 5,3% fueron agresiones contra personas, 5,3% de vandalismo contra mezquitas, más el 4% de incidentes contra la construcción o apertura de mezquitas, el 19,4% fueron actos contra las mujeres por su indumentaria (hiyab: pañuelo que cubre el cabello), 21,8% de CiberOdio, 3,4% contra refugiados, 3,4% instrumentalización negativa del Islam y los musulmanes durante las campañas electorales.

Las principales conclusiones del informe son:

  • Islamofobia de género: Se consolida el incremento de la islamofobia de género, 59 incidentes que como mínimo han afectado a más de 199 mujeres.
  • Ciberodio: Se constata gran proliferación de mensajes islamófobos en Internet, particularmente en las redes sociales.
  • Discurso de odio: Continúa el aumento del odio islamófobo en el discurso institucional de partidos políticos y otras organizaciones.
  • Aparecen casos de islamofobia contra menores, incluidas las agresiones y el acoso escolar por causas religiosas contra alumnos musulmanes.
  • Otra nueva tendencia ha sido la islamofobia derivada de la crisis humanitaria y la posibilidad de la llegada de refugiados.

Por otro lado, es necesario llevar a cabo una evaluación del modelo de inclusión actual español, en el que hay que incluir una reflexión sobre el bloqueo del acuerdo de Cooperación de 1992, entre el Estado y las confesiones minoritarias. En lo que concierne a la comunidad musulmana, la no aplicación práctica de este acuerdo, ya sea por el desconocimiento de las distintas administraciones públicas, la falta de financiación, el “baile” de competencias o la constante falta de consenso entre los interlocutores con el Estado, ha puesto de manifiesto la falta de voluntad política.

El Acuerdo de Cooperación fue en un principio positivo, ya que suponía el reconocimiento de unos derechos frente a los privilegios de la Iglesia católica. Sin embargo, a largo plazo ha sido contraproducente ya que ha encerrado a la ciudadanía en un juego identitario que no solo no ha favorecido la inclusión sino que ha reforzado un sistema piramidal no democrático. Son las propias administraciones públicas las que han alimentado el discurso identitario-religioso al reconocer únicamente a aquellas entidades registradas en el registro de entidades religiosas del Ministerio de Justicia.

Las claves de cara al futuro pasan por:

  • Disponer de un marco legal que respete los derechos humanos y no criminalice a las personas inmigrantes. Entre otras medidas inmediatas, es necesario que se cierren los CIEs.
  • Romper el Acuerdo de Cooperación y trabajar desde un marco legal superior, como es el de la Constitución española, con un desarrollo específico de la Ley de Libertad Religiosa.
  • Abogar por un modelo inclusivo en el que el colectivo inmigrante no sea utilizado como arma política según los distintos intereses partidistas.
  • Entender que no hay ningún dilema entre la lucha contra el machismo y la lucha contra el racismo.

Entrevista con Natalia Andújar

natalia andujarAutora: Maite Carbajo         Fuente: Alkalima

Entrevista con Natalia Andújar, docente, escritora y conferenciante con una marcada área de influencia centrada en el islam y las mujeres. Con motivo de la aprobación del Currículo del área de Enseñanza Religiosa Islámica (ERI) de la Educación Primariaacorde a las exigencias de la LOMCE en la que ha estado trabajando la Comisión Islámica de España a través de su Comisión de Formación, de la que Natalia es presidenta, conversamos con ella sobre este y otros temas.

Pregunta: Lo primero, enhorabuena, Natalia, a ti y a los musulmanes españoles que, al fin, contamos con algo que nos parece muy necesario.

Hemos conseguido diseñar un currículo del Área de Enseñanza Religiosa Islámica actualizado y acorde a las necesidades formativas del alumnado de Primaria. Una de las novedades centrales que introduce la LOMCE respecto a la Enseñanza Religiosa Islámica (ERI) es la mención expresa como área y asignatura. Se trabajarán las distintas competencias, entre otras, las lingüísticas, sociales y cívicas, el uso de las nuevas tecnologías, de conciencia y expresión cultural, etc. Además, se fomentarán los valores universales como la igualdad entre varones y mujeres, la resolución pacífica de conflictos, el respeto de los derechos humanos, el diálogo interreligioso y la participación ciudadana.

P: En la asamblea de la CIE del próximo 20 de diciembre, la Comisión de Formación presenta el plan formativo para 2015 que incluye formación para el profesorado de la ERI. ¿Nos puedes adelantar en qué consiste ese plan?

Se trata de un plan que intenta paliar, en parte, las lagunas formativas que hay entre la comunidad musulmana. El plan formativo incluye una formación inicial para futuros docentes de la ERI, una formación continua, tanto para el profesorado de la asignatura como para el personal de los centros educativos (directores, personal docente, mediadores interculturales) y la formación de formadores.

P: ¿Algunos pilares en los que se basará la formación de los docentes?

Para la docencia de la Religión Islámica en colegios e institutos será necesario poseer el DAPI (Diploma de Aptitud Pedagógica Islámica), que es el título que acredita que la persona posee la formación académica y pedagógica necesaria para ser profesor/a de Religión Islámica. Consta de distintos módulos que incluyen aspectos como la enseñanza/aprendizaje de la exégesis coránica, las ciencias del hadiz y la jurisprudencia islámica, el marco jurídico español, el diálogo interreligioso, el patrimonio cultural islámico en España, la didáctica y metodología de la asignatura y la psicología general, del niño y del adolescente.

P: ¿En cuántas comunidades autónomas se imparten clases de religión islámica?

En Andalucía, Canarias, Aragón, País Vasco y las ciudades autónomas de Ceuta y Melilla.

P: ¿Hay constancia de que se estén solicitando en más sitios? ¿Cuál es el problema, falta de docentes?

Sí, se están solicitando en toda España. Es un problema de competencias. Hay que ir pactando una a una con cada comunidad autónoma que tienen transferidas las competencias en Educación. Es una tarea lenta y laboriosa. También es necesario que se imparta una formación para los docentes, para que, de esta manera, conozcan el nuevo currículo y cumplan con los requisitos exigidos.

P: ¿Cuántos alumnos son necesarios para que el colegio deba ofrecer la posibilidad de clases de religión islámica?

El mínimo es de 10 alumnos.

P: ¿Qué deben hacer los padres de los alumnos que quieren clases de islam para sus hijos y el centro escolar no les ofrece esa posibilidad?

Teóricamente, a principio de curso, el alumnado debe rellenar una ficha de inscripción en la que se les ofrece la posibilidad de elegir la asignatura de Religión Islámica. En caso de haber un mínimo de 10 alumnos, el centro está obligado a tener un/a profesor/a y a incorporar la asignatura en el programa del centro. En caso de que se incumpla, los padres deben ponerse en contacto con una entidad local, inscrita en el registro de entidades religiosas del Ministerio de Justicia, que hará llegar la solicitud a la Comisión Islámica de España.

P: ¿Cuándo estimas que será factible que haya profesores suficientes para impartir esta enseñanza?

En septiembre de 2015 tendríamos que tener una primera promoción de profesores que hayan superado el DAPI. En breve tendremos operativa una web en la que se recogerán todas las informaciones necesarias para el profesorado de la ERI y en la que se pondrá al alcance de todos los distintos planes formativos de la Comisión Islámica de España.

P: Hace unas semanas en el IES Cavaleri de Mairena del Ajarafe (Sevilla) se publicó un libro sobre las musulmanas absolutamente denigrante. ¿Qué ocurrió?

Nos llegó una queja a través de las redes sociales sobre el capítulo de un libro que tenían colgado en la web de ese instituto, que presentaba una imagen muy negativa del islam y de los musulmanes, con tintes claramente islamófobos. Nos pusimos en contacto con la mezquita Ishbilia, una entidad local que había iniciado una campaña a través de internet para solicitar la retirada de dicho libro, y también hablamos directamente con el director del centro para conocer su versión. Llegamos a un acuerdo: estaban dispuestos a rectificar siempre y cuando les enviáramos unos argumentos razonados de por qué debían retirarlo. Desde la Comisión de Formación de la Comisión Islámica de España les enviamos además material didáctico y nos ofrecimos a ir al instituto para dar unas charlas. Finalmente el libro ha sido retirado, porque según su director, contenía unos artículos que no eran «ni rigurosos ni adecuados».

Pienso que es un pequeño gran paso y este caso, así como otros que se están dando desde la comunidad musulmana, nos pueden servir para darnos cuenta de que tenemos que trabajar juntos por unas sociedades justas, en las que no se estigmatice a ningún colectivo. La educación en valores es fundamental para la cohesión social. Y los centros educativos son los centros neurálgicos a partir de los cuales podemos construir una sociedad respetuosa de la diversidad.

P: ¿Crees que el que haya clases normalizadas sobre islam contribuirá a que estas cosas, fruto de la desinformación, no ocurran en el futuro?

Ese es uno de los objetivos de la formación continua del personal docente. Queda muchísimo por hacer. Otra de las cuestiones que debemos tener en cuenta es que se deben revisar los manuales de texto y redactar una guía de buenas prácticas para contrarrestar las visiones estereotipadas y prejuiciosas sobre los distintos colectivos minoritarios de España, entre los que se encuentra la comunidad musulmana.

P: Cambiando de tema, recientemente también se creó, por Junta Islámica y la Universidad de la Mística, la Cátedra de estudios  islamocristianos Ibn Arabi, de la que eres coodinadora. La pregunta parece obligada. ¿Para qué sirve una cátedra de estudios islamocristianos?

La línea preferente de actuación de la Cátedra Ibn Arabi es la puesta en común de los contenidos espirituales del islam y el cristianismo, la investigación y difusión de los valores islamocristianos, reforzando todos aquellos aspectos que ayuden y favorezcan el diálogo y el encuentro interreligioso entre ambas tradiciones y con el conjunto de la sociedad española.

P: Los promotores del proyecto son, de un lado, Junta Islámica y, del otro, el Centro Internacional de Estudios Teresiano Sanjuanistas (CITeS) conocido como la Universidad de la mística. ¿Cómo surgió la idea?

En junio de 2013 nos encontramos en el CITeS en torno a un encuentro interreligioso, «Desde la mística al diálogo», «De la experiencia del amor al empeño por la paz», organizado por Mesa Unidad de Córdoba y el propio CITeS. A partir de ahí surgieron las sinergias y la necesidad de prolongar el encuentro en el tiempo. La idea de crear una Cátedra Islamocristiana conjuntamente nos pareció fantástica. Yo le recomiendo a todo el mundo que vaya al CITeS, es un lugar de paz, dar as salam.

P: ¿Tenéis elaborada una hoja de ruta, algo que nos podías adelantar, de cómo se enfocará?

Próximamente anunciaremos las fechas del primer seminario de la Cátedra, que estará centrado en la vida, obra y enseñanzas del místico murciano Ibn Arabi. Contaremos con la presencia de reconocidos especialistas, además de espacios para la oración compartida y la posibilidad de visitar Ávila.

Nos interesa especialmente visibilizar la gran aportación que han hecho las mujeres a las tradiciones espirituales. Estamos diseñando algunos cursos que incorporarán una visión abierta, plural e inclusiva de las dos tradiciones espirituales.

P: También está en marcha un organismo para la vigilancia y denuncia de la islamofobia. No sé si los musulmanes españoles tienen idea de que existe y de dónde pueden denunciar las agresiones que sufren los miembros de la comunidad. ¿Puedes informarnos al respecto?

Se trata de la Plataforma Ciudadana Contra la Islamofobia, que tiene una página en Facebook. Aquellas personas que hayan sufrido algún tipo de acto islamófobo pueden ponerse en contacto con la plataforma a través del correo electrónico Esta dirección de correo electrónico está protegida contra spambots. Usted necesita tener Javascript activado para poder verla.  .Tenemos que saber que existen las fiscalías de delitos de odio y discriminación y que debemos utilizarlas en caso de que sea necesario. En el año 2009 se creó en la Fiscalía Provincial de Barcelona el Servicio de Delitos de Odio y Discriminación con el objetivo de proporcionar una respuesta especializada a los delitos que amenazan los principios de igualdad y no discriminación. Siguiendo dicho precedente, desde 2013, cada provincia de España cuenta con un fiscal especializado en este ámbito. Como explica su presidenta, Amparo Sánchez: «Las víctimas tienen en la Plataforma un apoyo sincero, también jurídico, solidario y con proyección institucional. No obstante, la Plataforma no tiene medios propios, y hasta ahora ha funcionado gracias a la ayuda y colaboración del Movimiento Contra la Intolerancia, del Centro Cultural Islámico de Valencia, de la Federación de Agrupaciones Islámicas por la Convivencia en España (FAICE) y de los miembros de la Junta Directiva de la Plataforma».

P: ¿Alguna cosa más que te interese contarnos?

Estamos trabajando igualmente con la Red Antirumores que se ha creado recientemente en Andalucía, cuyo objetivo principal es elaborar estrategias para prevenir el racismo. En ese sentido, hemos propuesto a la red que participe en la formación de Agentes Antirumores entre la comunidad musulmana. De esta manera podremos participar activamente en la lucha contra los prejuicios y rumores que nos afectan a todos.

P: Muchas gracias por tu tiempo, tu dedicación y por esa energía que pones en beneficio de la comunidad.

De nada. Entre todos tenemos que ir aportando nuestro granito de arena. Gracias a vosotros por ofrecerme este espacio para trasladar a vuestros lectores las tareas que venimos desempeñando.